En primer lugar, la selección del material es uno de los factores importantes que afectan la vida útil de la sonda de prueba. Las sondas de prueba generalmente están hechas de materiales metálicos como tungsteno, acero, cobre, etc. Los diferentes materiales tienen diferente dureza y resistencia al desgaste, lo que afecta directamente la vida útil de la sonda. La elección de materiales con alta dureza y buena resistencia al desgaste puede prolongar la vida útil de la sonda.

En segundo lugar, el entorno de trabajo también puede tener un impacto en la vida útil de la sonda de prueba. Si la sonda de prueba se expone a altas temperaturas, humedad o ambientes corrosivos durante mucho tiempo, puede provocar una mayor corrosión superficial, oxidación o desgaste de la sonda, lo que acorta su vida útil. Por lo tanto, al seleccionar una sonda de prueba, es necesario considerar las características del entorno de trabajo, seleccionar los materiales adecuados y las medidas de protección para prolongar la vida útil de la sonda.